El festival metalero mas grande en altamar; el 70000 Tons of Metal de 2025, ha llegado a su décimotercer edición, celebrándose del 30 de enero al 3 de febrero.
Mas de 3000 asistentes disfrutaron de la edicion 2025 que zarpó desde Miami hacia Ocho Ríos, Jamaica, a bordo del Independence of the Seas. Este evento reunió a fanáticos de 81 países, consolidándose como una experiencia única para los amantes del metal. El cartel de este año incluyó a 61 bandas de renombre internacional, entre las cuales destacaron: Emperor; Sepultura quienes se despidieron de los escenarios con un show especial; Candlemass, Stratovarius, Sonata Arctica, Hammerfall, entre otros. La selección fue diversa, con exponentes del death, doom, power y black metal compartiendo escenario bajo el cielo caribeño.
Ademas de los shows, los asistentes tuvieron encuentros exclusivos como sesiones de meet-and-greet, clínicas musicales y el esperado «All-Star Jam», coorganizado por Jörg Michael y Kristin Starkey. La travesía no solo ofreció música en vivo, sino también la oportunidad de compartir momentos inolvidables con los artistas en un ambiente relajado y festivo, todo mientras se navegaba por las cristalinas aguas del Caribe.

Creado por el promotor suizo Andy Piller, 70000 Tons of Metal navega desde 2011 en la línea Royal Caribbean, un festival flotante de 60 bandas que parte desde el Port of Miami para cuatro días de música casi sin parar, con grupos tocando desde las 10 AM hasta las 5 AM. Este año, del 30 de enero al 3 de febrero de 2025, el barco se dirigió a Ocho Ríos, Jamaica con asistentes de todo el mundo abordando el Independence of the Seas, un coloso de 338 metros de eslora y 14 niveles.
El escenario principal, ubicado al aire libre, cuenta con un jacuzzi literalmente enfrente, donde algunos asistentes pasan el día entero disfrutando del espectáculo sin perder la comodidad. Además, dos jacuzzis laterales siempre están llenos, especialmente por la noche. Es un lujo, pero también un festival accesible para aquellos que pueden permitírselo, con paquetes desde 1700 hasta más de 5000 dólares, dependiendo de la comodidad y los servicios elegidos.
En cada edición, hay actuaciones que se convierten en legendarias. Este año, Emperor desató el caos en la cubierta superior con su black metal majestuoso, mientras que Sepultura, en su última gira con Derrick Green y Andreas Kisser, repasó himnos como Roots Bloody Roots y Refuse/Resist. Candlemass, con su doom metal aplastante, ofreció un show cargado de nostalgia y oscuridad.

Más allá de los conciertos, el barco es un microcosmos de la comunidad metalera global. Los músicos caminan libremente, charlan con los fans y participan en eventos especiales como clínicas musicales y meet-and-greets. Te puedes encontrar a los artistas en los pasillos, en en el casino, en los restaurantes, o hasta en el baño. La escala en Ocho Ríos brindó un descanso momentáneo del pogo y del headbanging, con excursiones a cascadas y playas paradisíacas. Sin embargo, algunos prefirieron quedarse en la piscina, donde un DJ alternaba Slayer y Pantera con sorpresivos momentos de reggaetón, generando desconcierto entre los asistentes. 70000 Tons of Metal no es solo un festival, sino una experiencia. Aquí, los fanáticos pueden vivir el metal en su máxima expresión sin las incomodidades de un festival tradicional. No hay aglomeraciones, el sonido es impecable y siempre hay una opción de descanso sin perder la energía del evento.
El crucero también es un espacio de resistencia y comunidad. Este año la representacion latina fue contundente, con bandas como Thy Antichrist, Fabulae Dramatis, Matalobos, Fractal Sun, y Tenebrarum, que sin duda alguna se están abriendo camino para una nueva generación de músicos, y artistas
Al finalizar la presentacion de la banda brasilera Sepultura; Andy Piller, el comandante de esta aventura anunció la edición 2026 del 70000 Tons of Metal. a realizarse en Labadee, Haiti, sin duda alguna la expectativa ya está en marcha, con la promesa de más bandas legendarias, más historias inolvidables y la misma esencia de un festival que demuestra, año tras año, que el metal esta muerto; pero de la risa
