Martín Carrizo acababa de cumplir 50 años -el pasado 3 de enero-, y justamente aquel día había compartido un texto en sus redes sociales sobre su lucha contra la enfermedad que transitaba desde hace siete años.
“Hoy es mi cumpleaños. La verdad pensé que no pasaba de Navidad pero acá estoy, estoy terminando de trazar un nuevo protocolo para seguir buscando mi cura definitiva. El 2022 me da muchas esperanzas. Sigo latiendo y respirando”,
había escrito hace poco más de una semana en su Instagram el ex baterista de ANIMAL, Gustavo Cerati y el Indio Solari.
Hace exactamente un mes, el 11 de diciembre, había brindado una entrevista a la televisión argentina luego de haber hecho un posteo en el que hablaba de un “infierno” y contaba que estaba “muy agotado”: “Para poder explicar gráficamente el 1% de lo que siento todo el día. Es como si estuviera acostado en el piso y un elefante parado arriba mío sin moverse y una de sus patas en mi cara. A eso sumamos el dolor de mis tobillos, pies, manos, muñecas y venas”.
Carrizo fue baterista de A.N.I.M.A.L. entre 1994 y 1997. En ese lapso participó de las grabaciones de los álbumes Fin de un mundo enfermo (1994) y El nuevo camino del hombre (1996). Formó parte de giras por Sudamérica, parte de Centroamérica y algunas ciudades de Estados Unidos.
Poco después fue convocado por Walter Giardino, de Rata Blanca, para ser el baterista de su proyecto solista, Walter Giardino Temple. Grabó el único disco de ese proyecto y tocó en recitales en el Maipo, Obras (como teloneros de Deep Purple) y un estadio mundialista de Mar del Plata (también con Deep Purple).
Con Cerati y regreso a A.N.I.M.A.L.
Luego lo convocó Gustavo Cerati para que ser baterista en la grabación del disco Bocanada, y para formar parte de su primera gira fuera de Soda Stereo: fueron más de setenta recitales por Sudamérica, Centroamérica y varias ciudades de Estados Unidos.
En 2001 grabó su propio disco, PR3SSiON, compuesto y producido por él mismo. Dos años más tarde se reencontró con Andrés Giménez y decidió regresar a A.N.I.M.A.L., no sólo como baterista y compositor sino también como arreglador, productor técnico de grabación y técnico de mezcla.
Grabaron Combativo (2004), disco producido íntegramente en MC Producciones, el estudio de Carrizo, y editado por Universal México. Lo presentaron con conciertos en Argentina, México y en el festival Rock al Parque, de Colombia.
En 2006 Carrizo fue nominado como mejor baterista de los últimos 20 años del rock en Argentina en los Rock&Pop Awards, un premio que entregó esa radio FM. Ese mismo año formó junto a Christian ‘Titi’ Lapolla la banda Power of Soul, con la que grabaron el disco homónimo.
Con el Indio Solari
Al año siguiente, el Indio Solari lo convocó como baterista e ingeniero de sonido para el disco Porco Rex. En 2008, participó como invitado de los dos conciertos que el Indio dio en el Estadio Único de La Plata. A partir de ese momento, el cantante lo incorporó a su banda, Los Fundamentalistas del Aire Acondicionado, además de seguir cumpliendo la función de ingeniero de grabación.
En esos roles participó de tres discos más del Indio: El perfume de la tempestad (2010), Pajaritos, bravos muchachitos (2013) y El ruiseñor, el amor y la muerte (2018). Desde 2016 fue el único baterista de la banda y también fue programador de batería y director musical del grupo en vivo.
En 2017 se anunció que no iba a formar parte del show que el Indio daría en Olavarría por «una enfermedad que le impedía tocar”. Unos meses después, Carrizo anunció que padecía esclerosis lateral amiotrófica (ELA), la enfermedad que hoy acabó con su vida.