En el centro de la ciudad a las orillas del río Ume se reúnen una vez más casi 2000 almas, cuyos oídos se deleitaron el fin de semana pasado con Warmen, Dismember, y Benediction a la cabeza de cartel.
El 8 y 9 de noviembre se celebró el festival House of Metal, que intenta recuperarse una vez más tras una pausa de 3 años relacionada con las restricciones a los viajes internacionales durante el período 2020–2023. El certamen se había realizado religiosamente cada año desde 2007, y el año pasado habían invitado a Kreator al mirar hacia una nueva etapa tras la emergencia de salud decretada globalmente. En esta ocasión las agrupaciones de más peso han complacido al escenario de mayor extensión, Idun, en la Casa de la Cultura Popular de Umeå. La congregación ofrece también un minimercado de discos y tatuajes.
La música Warmen resucitó en los horizontes digitales durante agosto de 2023 tras un hiato de casi 10 años. A su regreso nos presentan a Pentri Lindroos (rostro conocido en Norther y Ensiferum), que se encargó de dirigir los momentos de surfeo sobre el público asistente. Los momentos para destacar son, por supuesto, los diálogos virtuosísticos entre los hermanos Janne y Antti, especialmente en «Hell On Four Wheels». Puesto que están promocionando material nuevo, no se tuvo el placer de escuchar mucho de sus 3 primeros trabajos, a excepción de la versión de «Somebody is Watching me» grabada para su álbum de 2005. Finalmente, la lista completa de rolas se compuso en un 40% de canciones que vieron la luz con Children of Bodom, cuyas tonadas se dedicaron al fallecido Alexi.
«Unfound Mortality» y todos los fierros de su velocidad darían inicio a la sesión de Benediction. Su vocalista, Dave Ingram, brindaría con los asistentes frecuentemente y relataría cuánta cercanía siente por las audiencias escandinavas puesto que reside en Dinamarca. Inmediatamente pasarían a «Scriptures in Scarlet» de su producción de 2020. Para destacar tenemos el refrescante mensaje de vigencia que trajo «Stormcrow». La energía que intercambian los cortes thrasheros y los pasajes de pre-coros con doble bombo mantuvo a las masas activas y atentas. Finalmente, la introducción del bajo junto con el ritmo punkoide de «Magnificat» nos llevaría de vuelta a 1998 y a la incepción de este grupo inglés cerrando con broche de oro la presentación.
Dismember sería el plato fuerte de la ocasión. A Matti Kärki se le vio bastante feliz y concentrado a la vez durante toda la sesión. Los episodios de mayor intensidad fueron las demoledoras «Skinfather», «Skin her alive» y Para contrastar con estos episodios de ira musical intensiva, los respiros llegaron con los primeros minutos de «Dismembered» y la nostálgica «Dreaming in Red», que lógicamente llegaría hacia la segunda mitad de la descarga. Para culminar, el vocalista hace una corta reflexión acerca de cuánto tiempo ha pasado y cuán fieles parecen ser sus seguidores. Definitivamente, la noche quedará marcada en la memoria de los Norrlandeses como una velada excepcional.
Como dato curioso, otra canción también llamada «Stormcrow» (¡también publicado en álbum de 2020!) se escuchó sobre las tablas de Idun. La apertura de Necrophobic impresionó con un telón enorme y los banners laterales, en los que se podía leer “In Nomine Dei Nostri Satanas” sic (En nombre de nuestro dios Satanas). La comunicación de Sebastian y Johan (otrora en las filas de Nifelheim) con el público es cautivador y las muecas de Atte, el vocalista, son ya un clásico de entretenimiento visual. Recién de vuelta tras su visita a Lituania y preparándose para ir a Bangalore Open Air, el quinteto holmiense trajo la cuota de oscuridad al escenario principal. «Tsar Bomba» y «Revelation 666» se consolidaron como los pasajes con más atractivo para los oyentes por su balance compositivo y de conexión. El cierre trajo un intro medroso para desembocar en «The Nocturnal Silence».
Los norwestfalianos Orden Ogan, cubiertos por la égida de AFM Records, sorprendieron de grata manera a un público que realmente no los conocía mucho al cierre del viernes. La producción en tarima y las figuras de demonios necrófagos contrastando en algo así como matices de neón servían de telón a sus paisajes musicales de fantasía. Aunque no se podrían clasificar como enteramente power, sus canciones melódicas y contenido lírico traen muchas reminiscencias a narrativas góticas. Los pasajes de piano «Fields Of Sorrow» contiene, por ejemplo, interludio medieval à la Demons and Wizards, pero también precoros semejantes a los se encontrarían en las crónicas épicas de Ayreon. Simultáneamente, su imagen es una amalgama entre alienígenas y muertos vivientes salidos de una epopeya.
La colaboración habitual con los círculos de estudios en el marco del sector educativo asociados a la entidad Sensus continúa trayendo nombres locales a sus tarimas y el escenario Äpplet, destinado para esto, ofrece una experiencia algo más intimida. Por ejemplo, Lethality y Obstruktion son bandas que llegan por la convocatoria esta entidad de educación popular. La primera es una enérgica banda que lleva con orgullo la camiseta de local y que ha evolucionado hacia una poderosa mezcla de Metalcore y Death Metal Melódico. La banda ha lanzado recientemente su primer EP «Cerberus». La segunda es proveniente de Gotemburgo que con su álbum de debut «Monarchs of Decay» muestra un sonido potente, intenso y de sonido aclimatado en el hardcore sueco. Su sonido es muy pesado y fresco, al tiempo que rinde homenaje una mezcla sónica entre Hatebreed y Obituary.
Övervåld, de Sundsvall, tuvo su debut hace un año y ya está montándose en la tarima de este evento. Sus parajes sonoros son bastante primitivos y agresivos, al mejor estilo del sonido brutal del death más clásico. Los ataques sónicos de este grupo se canalizan a través de la aplanadora voz de Rebecca Madelene Holm, que no dejó a nadie indiferente. La tarima mediana disfrutó de la presencia de las alineaciones de Loch Vostok, Mörk Gryning y Bewitcher, de las cuales sólo presenciamos un par de canciones, gracias a que la ubicación en el sótano limitaba el aforo de manera relativamente incómoda. Además, arrasó en asistencia Defleshed, cuyo espectáculo fue el que salvó el espacio.
El museo de la historia de la guitarra eléctrica, generalmente abre sus puertas con visitas guiadas a los asistentes del festival. En esta, una nueva ubicación, se puede apreciar casi todas las épocas importantes del desarrollo de los modelos de guitarras desde los años cincuenta. Una de las colecciones privadas más numerosas del mundo cubriendo las marcas Fender y Gibson. Abierto en febrero de 2014, el lugar ofrece una mirada a los modelos retro más significativos y una que otra anécdota curiosa al respecto de la consecución de sus ejemplares y datos históricos de importación al interior de la industria nórdica asociada a los instrumentos eléctricos. Teniendo en cuenta que ahora queda en el mismo edificio donde se realiza el festival y suelen ser socios, era una visita obligada también.
A Rex.