El pasado 25 de noviembre, Bogotá se llenó de emoción con el regreso de Keane, una de las bandas británicas más queridas por el público colombiano. El concierto tuvo lugar en Chamorro City Hall, un espacio que se convirtió en el epicentro de una noche mágica. La banda, liderada por el carismático Tom Chaplin, ofreció un espectáculo que repasó lo mejor de su discografía, encantando a los fanáticos con una mezcla de nostalgia, energía y momentos inesperados.
Keane comenzó la noche con «Can’t Stop Now», marcando el inicio de un recorrido musical que abarcó sus más de dos décadas de trayectoria. Canciones como «Somewhere Only We Know», «Everybody’s Changing», y «Bedshaped» desataron la euforia de los asistentes, quienes no dejaron de corear cada palabra. Sin embargo, el repertorio no se limitó a sus éxitos más conocidos. Piezas como «Hamburg Song», «Perfect Symmetry», y «She Has No Time» añadieron un toque melancólico y emotivo, conectando profundamente con los sentimientos del público.
La noche no solo fue un repaso de éxitos, sino también una demostración de la evolución musical de la banda. Canciones como «The Way I Feel» y «Neon River» destacaron por su producción impecable y energía contagiosa. Cada miembro de la banda mostró una sincronización perfecta, desde el piano característico de Tim Rice-Oxley hasta la batería precisa de Richard Hughes y el bajo sólido de Jesse Quin.
Uno de los puntos más altos del concierto fue cuando Keane sorprendió a todos con un cover de «Under Pressure», el icónico tema de Queen y David Bowie. Esta interpretación mostró el respeto y admiración de la banda por dos de los más grandes nombres en la historia de la música. La poderosa voz de Tom Chaplin brilló en cada nota, logrando transmitir la intensidad y la emoción que caracteriza la canción original.
El público, emocionado, acompañó cada palabra, creando un ambiente lleno de energía y camaradería. Este tributo no solo fue un regalo inesperado para los asistentes, sino también un recordatorio del legado que Queen y Bowie han dejado en la música y cómo siguen inspirando a nuevas generaciones de artistas.
Keane demostró, una vez más, por qué sigue siendo una de las bandas más queridas en Colombia. La interacción constante de Chaplin con los asistentes, combinada con la entrega y pasión de cada miembro de la banda, creó un vínculo único con el público. Momentos como «Somewhere Only We Know», donde las voces de miles de personas se unieron en una sola, mostraron la fuerza del impacto de la banda en sus seguidores.
Además, la elección de Chamorro City Hall como sede añadió un toque íntimo al espectáculo, permitiendo que cada nota y cada palabra resonaran con mayor fuerza. Fue un espacio donde los fanáticos, tanto veteranos como nuevos, pudieron compartir su amor por la música de Keane.
El concierto culminó con «Bedshaped», dejando a los asistentes con un sentimiento de gratitud y nostalgia. Keane ofreció más que un espectáculo; brindaron una experiencia llena de emociones y recuerdos imborrables. El regreso de la banda a Bogotá no solo reafirmó su conexión con el público colombiano, sino que también dejó claro que su música sigue siendo tan relevante y poderosa como siempre.
